¿Cada cuánto hay que cambiar el cepillo de dientes?

Si le preguntas a tu mecánico de confianza sobre cada cuánto debes sustituir las ruedas de tu coche, lo más probable es que su respuesta dependa en función de: la forma, el modo y el tiempo que estas rueden por el asfalto. Salir derrapando en cada semáforo y recorrer largas distancias en cada salida desgastará en mayor medida la goma y esto, supondrá un recambio de inmediato.

De igual forma ocurre con los cepillos de dientes, hay personas que en el cepillado concentran tal cantidad de fuerza -como si estuvieran en una sesión de cross-fit- que las cerdas que componen la cabeza del cepillo acaban por desgastarse de forma brusca. Más vale maña que fuerza recordamos a estos últimos.

Según mandan los cánones, el cepillo de dientes hay que sustituirlo por uno nuevo a los 3 meses. Pasado este tiempo, los expertos consideran que el aparato disminuye su funcionalidad y el cepillado dejaría de tener la misma efectividad ante las bacterias que se acumulan en la boca y dientes.

 

¿Dónde debemos guardar el cepillo?

Casi con total probabilidad estés guardando el cepillo de dientes en el lugar equivocado. Seguro que lo depositad dentro de un vaso encima del lavabo junto con el cepillo de dientes de tu pareja, hijos o resto de familiares que convivan en tu domicilio. Ese no es el hábitat más higiénico para salvaguardar la salubridad de esta herramienta.

La humedad que se genera tras cada baño, el polvo que puede posarse entre sus filamentos y estar en contacto con el cepillo de tus familiares hace que las bacterias se muevan con facilidad por el cabezal del cepillo de dientes.

 

Usar correctamente el cepillo de dientes

Más vale actuar tarde que nunca, pues en materia de salud bucodental uno siempre está en constante aprendizaje. Guardar el cepillo de dientes en una bolsa de aseo individual y sin que este esté en contacto con nada es una gran opción para evitar su contaminación.

Recomendamos no dormirse en los laureles. Apuntar qué día compraste el cepillo de dientes y cuando empezaste a utilizarlo para que, cuando pasen 3 meses, lo sustituyas por uno nuevo.

No hay que escatimar en el cuidado de boca y dientes, pues una racanería inicial a la hora de comprar un nuevo cepillo puede suponer un problema más costoso en el futuro.